A lo largo de su carrera, el disenador de moda japones Issey Miyake, quien murio de cancer a los 84 anos, rechazo terminos como “moda”.
Pero su trabajo permitio que gran parte del mundo se reinventara a si mismo a traves de la ropa.
Nacido en Hiroshima en 1938, Miyake estudio diseno grafico en Tokio, donde recibio la influencia del escultor japones-estadounidense Isamu Noguchi y la fotografia en blanco y negro de Irving Penn.
Tan pronto como se levantaron las restricciones de la posguerra que prohibian a los ciudadanos japoneses viajar al extranjero, se dirigio a Paris y llego en 1964.
Alli, el joven disenador fue aprendiz de las eminentes casas de moda de alta costura Guy Laroche y Hubert de Givenchy. Tales casas fabricaban ropa costosa que se ajustaba a las normas de etiqueta predominantes. Miyake iba a ir mucho mas alla de eso.
Miyake estuvo alli para la revuelta estudiantil de Paris de 1968 y se sintio impulsado por el terremoto de la juventud que sacudio todas las reglas de la sociedad.
El concepto pret-a-porter de un modisto habia sido lanzado unos anos antes cuando Yves Saint Laurent creo Saint Laurent Rive Gauche a finales de 1966.
Revolucion de la moda japonesa
Miyake llego a Paris poco despues de que la ropa «Jungle Jap» de Kenzo causara sensacion, con sus colores brillantes y estampados inesperados basados en parte en las tradiciones artisticas japonesas.
Disenadores japoneses como Rei Kawakubo para Comme des Garcons, Yohji Yamamoto e Issey, todos nacidos en las decadas de 1930 y 1940, saltaron a la fama en los anos 70 y se presentaron en Paris.
Todos cuestionaron las visiones eurocentricas de la moda y la belleza. Los disenadores japoneses invirtieron el enfoque occidental en la simetria y la pulcritud y adoptaron aspectos de los sistemas esteticos japoneses, como el uso del negro por parte de Yamamoto con colores como el rojo, el purpura, la cereza, el marron y el azul oscuro.
Una de las primeras creaciones de Issey Miyake presentada en la ciudad de Nueva York en 1972. AP Photo
Miyake realizo su primer desfile en Nueva York en 1971 y en Paris en 1973. Integro la tecnologia con la tradicion, explorando la estetica japonesa y la prenda sin cortes ni sastreria. Tambien encargo textiles de alta tecnologia que influyeron en la moda en todo el mundo.
La serie BODY de Miyake incluia los famosos bustiers de plastico, ratan y resina en los que el cuerpo femenino se reimaginaba como una especie de armadura.
Cubriendo el cuerpo
Trabajando con su director textil Makiko Minagawa y las fabricas textiles japonesas, comenzo a crear las famosas colecciones Pleats: utilizando textiles de poliester procesados termicamente que no se plisan antes de coser (la practica habitual), sino que se fabrican mucho mas grandes y luego se pliegan en maquinas.
La coleccion Rhythm Pleats de 1989 se inspiro en el artista frances Henri Rousseau: Miyake tomo elementos de la paleta de colores y las extranas conchas escultoricas que rodean a las mujeres en estas pinturas, un buen ejemplo de como sus influencias siempre fueron abstractas y sugerentes.
La coleccion A-POC (A Piece of Cloth) (en colaboracion con Dai Fujiwara, 1998) revoluciono el diseno de ropa y prefiguro las ansiedades en torno a la insostenibilidad de la moda y su consiguiente desperdicio. La ropa se tejia en tres dimensiones en un tubo continuo utilizando la tecnologia de tejido computarizado como un todo y a partir de un solo hilo.
La prenda venia en un cilindro y luego el usuario la cortaba; no habia desperdicio, ya que las secciones sobrantes se convertian en mitones, por ejemplo.
Miyake y los hombres
La coleccion neumatica de Miyake en 1991 incluia pantalones knickerbocker para hombres con vejigas de plastico y pajitas; los hombres podian inflar o desinflar la ropa a su gusto.
Era la epoca de la crisis del SIDA y la consecuente degeneracion corporal. Calvin Klein habia respondido con ropa interior hipermasculina y publicidad hipermasculina. Miyake, por otro lado, puso a prueba el espiritu de la epoca sugiriendo que usemos ropa para hacer que nuestros cuerpos y apariencias se adapten a nuestras necesidades.
Despues de haber usado sus ropas durante algun tiempo, puedo testificar de la liberacion que brindan. Las chaquetas no tienen forro y abrazan el cuerpo de formas inesperadas. Las mangas pueden fabricarse de modo que creen una forma de pagoda en el brazo y agreguen dinamismo al cuerpo.
El tejido jacquard generado por computadora crea patrones sutiles que solo se registran realmente al mirar mas de cerca. Los textiles tienen una tactilidad inesperada al lado de la piel. Algunas de las prendas se entregan literalmente enrolladas en un ovillo. No pesan practicamente nada, por lo que liberan al viajero. Una vez desenrolladas y puestas en el cuerpo, vuelven a la vida.
Hay una sensacion real de que tu, el usuario, animas estas cosas sin vida: vestirse es una actuacion y la ropa genera una realidad que es a la vez teatral y practica. Aunque estan muy usados (hay un cliche que todos los galeristas alguna vez vivieron en Miyake), la gente sigue intrigada por ellos, queriendo tocarlos por si mismos.
En la Retrospectiva de Issey Miyake en Tokio en 2016, vi a Miyake y tenia muchas ganas de acercarme y agradecerle por transformar el potencial de la moda para mujeres y hombres de todo el mundo, su posibilidad material y su posibilidad imaginativa.